Refuerzo de las capacidades informáticas de los investigadores europeos
Esto significa que los investigadores, las instituciones y las empresas pueden acceder a los recursos informáticos que necesitan para llevar a cabo proyectos piloto, intercambiar experiencia con la comunidad internacional y aprovechar las nuevas tecnologías que pueden facilitar enormemente su trabajo. «EGI-Engage ha apoyado avances determinantes en muchos campos científicos, desde la biomedicina hasta la física de alta energía, donde equipos internacionales abanderan los nuevos descubrimientos», afirma la coordinadora del proyecto, Tiziana Ferrari, de la Fundación EGI en los Países Bajos. La colaboración LIGO-Virgo constituye un buen ejemplo de ello. Un equipo internacional compuesto por unos mil doscientos cincuenta científicos detectó las ondas gravitacionales por primera vez en 2016 y de nuevo en 2017, lo que le valió el Premio Nobel de Física. Fue gracias a la informática distribuida que la colaboración LIGO/Virgo fue capaz de convertir una cantidad ingente de datos de observación en una nueva forma de entender el universo. Dar sentido a la complejidad La Federación EGI respalda esta creciente demanda de redes informáticas distribuidas que se dedican a la investigación en el campo de la física de alta energía. «Es posible observar esta demanda creciente de informática distribuida en todas las escalas, desde el químico teórico que utiliza cinco millones de horas de núcleos (CPU) al año hasta las colaboraciones más importantes como WeNMR en biología estructural, o el Gran Colisionador de Hadrones, que reúne a miles de científicos y transfiere de forma rutinaria en torno a 50 petabytes (un petabyte equivale a un cuatrillón de bytes) de datos al mes», explica Ferrari. «En todas estas situaciones, la informática distribuida es necesaria para ejecutar análisis, almacenar los datos y compartirlos sin dificultades a través de las fronteras». Impulsar la investigación en la Unión Europea Inaugurado en marzo de 2015, el proyecto EGI-Engage tenía como objetivo expandir la columna vertebral de estas capacidades de servicio federadas en lo referente a almacenamiento, datos, comunicación, conocimiento y experiencia. Más concretamente, EGI-Engage trabajó para asegurar la coordinación continua dentro de la Federación EGI y la evolución de los servicios y modelos empresariales de EGI. Gracias al esfuerzo realizar en el marco del proyecto, la Fundación EGI se convirtió en la primera infraestructura electrónica pública certificada según las normas de gestión de servicios ISO. Para alcanzar sus objetivos, el proyecto lideró y puso a prueba el concepto de los Centros de Competencias, equipos de expertos distribuidos en los que grupos de investigación y miembros de la Federación EGI desarrollan conjuntamente nuevas soluciones digitales para los retos científicos. El programa proporcionó innovación en todos los campos, desde un nuevo portal web para el estudio de dialectos bávaros hasta un catálogo de herramientas digitales de apoyo a la biología estructural. EGI también colaboró directamente con varias pymes a través de un programa empresarial específico con más de diez casos de uso. «El proyecto ha compilado un registro de más de ochenta resultados impactantes», afirma Ferrari. «Nos sentimos especialmente orgullosos de varios logros aprovechables importantes, como un catálogo de servicios mejorado para investigadores y empresas, el establecimiento de la primera infraestructura de nube federada a gran escala y la creación del DataHub, un servicio para federar corpus de datos de investigación esenciales distribuidos con el propósito de acceder fácilmente a ellos en la nube». También está EGI Marketplace, una plataforma en línea en la que se pueden descubrir, comprar y acceder a servicios relacionados con EGI, y un servicio de aplicaciones a la carta en el que los investigadores pueden acceder al software científico que necesitan. Aunque finaliza en 2017, el trabajo innovador del proyecto EGI-Engage prosigue a través de la Nube de Ciencia Abierta Europea (European Open Science Cloud, EOSC), que se convertirá en el entorno virtual de Europa donde todos los investigadores podrán almacenar, gestionar, analizar y reutilizar los datos con fines investigación, innovación y educativos. Está previsto que el EOSC sea una realidad en 2020.
Palabras clave
EOSC, nube, computación, EGI-engage, DataHub, corpus, EGI, infraestructura, digital, datos