Seguimiento de la contaminación del océano en tiempo real
La contaminación marina representa una amenaza desde los puntos de vista medioambiental y económico, dado que pone en riesgo la biodiversidad, altera la cadena trófica y afecta a la pesca, la acuicultura y el turismo. Desde la ciencia se ha tratado de perfeccionar los métodos de vigilancia para alertar a las autoridades públicas, y los distintos sectores industriales y los ciudadanos, pero la emisión de esas alertas puede ser lenta. Hay que enviar las muestras a laboratorios para su análisis, mientras que la vigilancia, en algunos casos, requiere del concurso de trabajadores especializados, maquinaria pesada e inspecciones in situ de gran coste. Con el fin de sortear estos escollos, en el proyecto financiado con fondos europeos SMS (Sensing toxicants in marine waters makes sense using biosensors) se reunieron científicos, pymes y autoridades medioambientales y se marcaron el propósito de desarrollar un dispositivo de vigilancia de coste asequible, fácil de usar y que proporcionase resultados en tiempo real. El equipo del proyecto diseñó un instrumento que se puede instalar en una boya oceánica y, desde ella, analizar la calidad del agua marina y emitir alertas por conexión inalámbrica en el plazo aproximado de dos horas. Análisis de la calidad del agua al instante «Nuestro logro más destacado ha sido este prototipo de dispositivo, capaz de vigilar distintas especies de algas y las toxinas relacionadas desde una misma plataforma sensorial», informa el coordinador del proyecto SMS, el profesor Konstantinos Petropoulos de la Universidad de Roma II (Italia). «Confiamos en que las industrias de los productos del mar y las autoridades de control medioambiental estén en disposición de aprovechar esta nueva tecnología al objeto de proteger la salud y la seguridad humanas». Concretamente, el dispositivo está equipado con sensores capaces de detectar toxinas de algas marinas, especies de algas tóxicas, fármacos y compuestos químicos como plaguicidas, herbicidas y pirorretardantes. «Conseguimos reunir todas estas funciones y plataformas sensoriales en un solo prototipo —señala Petropoulos—. Dimos con un modo de contar con conexión Wi-Fi para la transferencia de los datos». Toda la información recogida se almacena localmente, en boyas y plataformas costeras, y después se remite a una centralita ubicada en otro lugar. Con esta información, los profesionales y las autoridades competentes pueden tomar decisiones de gestión del océano con rapidez. «Algunas algas segregan toxinas que pueden contaminar los crustáceos y, por tanto, plantear un riesgo grave para la salud humana —indica Petropoulos—. De ahí la gran importancia de que se puedan emitir alertas tempranas». Ciertamente, la acumulación de toxinas en los crustáceos (por ejemplo, mejillones, ostras y almejas) puede acarrear graves repercusiones para la salud del ser humano. El consumo de crustáceos que contengan ciertas toxinas puede provocar una intoxicación con posibles efectos neurológicos, como la parálisis o incluso la muerte. También se tuvieron en cuenta las sustancias pirorretardantes, ya que con frecuencia se encuentran en la pintura aplicada a embarcaciones. Por su parte, algunos plaguicidas y antibióticos van a parar al océano a resultas de una gestión deficiente de residuos industriales. Una prestación importante del dispositivo es su capacidad de detectar contaminantes incluso a concentraciones muy bajas. Ventajas económicas y para la salud SMS finalizó recientemente, pero Petropoulos confía en que, además de generar ventajas medioambientales y para la salud, la labor realizada en el proyecto dé lugar a nuevas oportunidades comerciales para pymes dedicadas al ámbito de los sensores y los dispositivos de vigilancia. «Los proveedores de equipos comerciales podrían interesarse en esta tecnología, porque el prototipo que hemos creado da cabida a muchos de los reactivos que ya se utilizan en otros equipos —señala Petropoulos—. Y por supuesto, nuestro dispositivo es capaz de realizar un análisis en tiempo real, en el propio océano; el sistema no consiste únicamente en recoger muestras que luego haya que analizar en el laboratorio». Según Petropoulos, el siguiente paso consiste en miniaturizar el dispositivo para que su diseño sea lo más adaptable y viable comercialmente que sea posible. Él y su equipo desearían también crear sensores más sensibles y sólidos empleando la nanotecnología.
Palabras clave
SMS, océano, contaminación, mar, acuicultura, marino, agua de mar, plaguicidas, algas, crustáceos, sensores, dispositivos de vigilancia, sustancias tóxicas