Una red de expertos para abordar las enfermedades de la vid
La Unión Europea sigue estando a la cabeza de la producción del vitivinícola con el 45 % de las zonas de viñedo, el 65 % de la producción y el 70 % de las exportaciones en términos mundiales. No obstante, se enfrenta a retos de enorme envergadura como las enfermedades que atacan a la vid, cuya naturaleza transfronteriza obliga a que se aborden mediante una cooperación sólida entre Estados miembros. «Hemos observado una reducción de la productividad de los viñedos debido a enfermedades como las de la cepa, la flavescencia dorada, el mildiu y el oídio, entre otras», explica el Coordinador del proyecto WINETWORK, Eric Serrano, responsable de la Sección Suroeste del Instituto Francés de la Vid y el Vino. «Estas enfermedades son comunes en muchos viñedos y pueden repercutir económicamente en el sector. Es más, debido en parte a un menor empleo generalizado de plaguicidas, hemos de dar con nuevas formas de atacar estas enfermedades». De hecho, en Europa se han prohibido fungicidas como la 8-hidroxiquinoleína o el arsenito de sodio y al no disponer de tratamientos de gran eficacia, es necesario encontrar estrategias nuevas. Difusión de conocimiento El proyecto financiado con fondos europeos se ha dedicado a potenciar las estructuras de refuerzo y difusión del conocimiento a escala europea. «Queríamos mejorar el conocimiento que poseen los viticultores sobre las enfermedades, poner en marcha investigaciones europeas coordinadas y sacar a la luz ideas nuevas», afirma Serrano. «Queremos que los conocimientos destinados a vencer a estas enfermedades lleguen a mucha más gente además de a los participantes en este proyecto. Los viticultores también deberían contar con la oportunidad de difundir distintos tipos de conocimiento, experiencia y métodos». Uno de los principales resultados del proyecto es la «Reserva de conocimientos sobre la flavescencia dorada y las enfermedades de la cepa». En esta plataforma se espera albergar todo el conocimiento mundial existente al respecto y en su desarrollo se ha tenido muy en cuenta a investigadores y viticultores. «Los interesados —científicos, asesores y viticultores— pueden añadir fácilmente al archivo vídeos, imágenes y documentos», afirma Serrano. «Con tantos viticultores probando métodos nuevos y sostenibles para combatir las enfermedades es fundamental poder registrar y compartir estas ideas entre países europeos». El proyecto también desarrolló dieciséis fichas técnicas, cinco prospectos para usuarios finales, cuatro artículos técnicos y tres vídeos para difundir información sobre cómo combatir enfermedades. Los logros de esta labor de difusión permitieron al equipo de investigadores elegir varias innovaciones para someterlas a estudio científico. «Los socios del proyecto también sopesan la posibilidad de transferir varios de los resultados a otros sectores agrícolas», añade Serrano. Por una industria más sana Otro de los logros de la metodología de WINETWORK fue la eficacia lograda en el empleo de agentes facilitadores. El proyecto estableció una red de diez —uno por cada región vitivinícola del proyecto— para ofrecer a investigadores y viticultores información relevante y actualizada sobre formas de contactar con otros participantes en el proyecto. «Este ha sido uno de los puntos clave para el éxito de nuestro proyecto debido a que permitió que todos los participantes en el mismo pudieran mantener un contacto continuo», explica Serrano. «Era el eslabón perdido entre la ciencia y la práctica». Estos diez agentes facilitadores trabajaron con grupos regionales y dos grupos de investigación para generar una red productora de resultados científicos transformables en información práctica y materiales para usuarios finales. Este modelo eficaz que facilita la transferencia de conocimiento puede reproducirse en otros proyectos y ámbitos industriales.
Palabras clave
WINETWORK, viñedo, vino, flavescencia dorada, enfermedades de la cepa, Serrano, plaguicidas, fungicida