Los primeros pasos de los robots
Incluso después de cincuenta años de desarrollo, la capacidad de los robots para adaptarse a un entorno en constante proceso de cambio sigue siendo muy inferior a la de los niños. En lugar de intentar simular directamente la inteligencia de los adultos, un nuevo enfoque se propone recrear en los robots el proceso de aprendizaje y desarrollo de experiencias de los niños. El proyecto financiado con fondos europeos EXPLORERS (EXPLORERS Exploring epigenetic robotics: raising intelligence in machines) puso sus miras en la creación de robots capaces de aprender durante toda su vida útil. Su labor se centró en el aprendizaje de habilidades sensomotrices y sociales mediante métodos análogos al desarrollo infantil en seres humanos. El equipo extrapoló determinados mecanismos fundamentales del desarrollo humano al ámbito de la robótica. Esto a su vez arrojó luz sobre diferentes aspectos de dicho desarrollo, como puedan ser el papel que desempeñan en los humanos la curiosidad y el aprendizaje social a la hora de adquirir habilidades y aprender el lenguaje. Los investigadores diseñaron mecanismos de exploración basados en la curiosidad e inspirados en la motivación intrínseca del ser humano que permitieron a los robots descubrir cómo usar su cuerpo y escrutar objetos físicos presentes en el entorno. Las máquinas adquirieron múltiples habilidades de forma autónoma, incluyendo la locomoción en todas direcciones usando las piernas, movimientos con los brazos, a controlar objetos flexibles como cañas de pescar y a comunicarse vocalmente. Tras esto, el consorcio desarrolló técnicas aplicadas a canales motrices y sensoriales para que los robots adquirieran madurez de modo similar a como ocurre en humanos. Los resultados de dicha labor facilitaron la exploración de los robots de espacios amplios y aceleraron considerablemente su aprendizaje. El equipo efectuó el primer estudio sobre la manera en que el aprendizaje sensomotriz basado en la curiosidad podría combinarse con el aprendizaje por imitación. Los resultados posibilitaron que los robots se fijaran sus propias metas, que intentaban alcanzar de forma autónoma. También aceptaban sugerencias en lo que respecta a escoger sus objetivos y las estrategias para lograrlos. El proyecto EXPLORERS ofreció nuevas posibilidades para propiciar el aprendizaje permanente y la inteligencia artificial en robots: en lugar de limitarse a realizar tareas sencillas ideadas por ingenieros, las nuevas técnicas fundamentadas en el aprendizaje basado en la motivación intrínseca y la interacción social hace posible que los robots se desarrollen como los bebés humanos. Estos avances podrían aplicarse en robots que deben interactuar continuamente con personas en situaciones cotidianas, o bien en el campo de las tecnologías pedagógicas para favorecer la curiosidad y el aprendizaje en humanos. Asimismo, el proyecto condujo a la creación de la primera plataforma de código abierto para la creación de robots mediante impresión 3D, denominada sistema Poppy. Pese a que en un primer momento esta plataforma se utilizó para probar algoritmos de aprendizaje, en la actualidad la emplean profesores de bachillerato y artistas.
Palabras clave
Robots, inteligencia artificial, aprendizaje permanente, curiosidad, EXPLORERS, aprendizaje, epigenética, desarrollo