Las bacterias y el zooplancton en el océano abierto
Los investigadores del proyecto «Role of crustacean zooplankton on prokaryotic community composition in the Mesopelagic Ocean» (ROMEO) combinaron la ecología del zooplancton con la oceanografía microbiana. El objetivo del proyecto era estudiar la influencia del zooplancton en la composición y en la actividad de la comunidad procariota en las aguas abiertas del Atlántico Norte. Los procariotas son organismos unicelulares sencillos que se clasifican en dos grupos principales: arqueas y bacterias. Se recolectaron muestras de pequeños crustáceos del plancton conocidos como copépodos a lo largo de dos expediciones de investigación a la zona norte del Océano Atlántico. Posteriormente, los investigadores examinaron los contenidos estomacales de diferentes especies de copépodos para obtener una imagen más detallada de la composición de la comunidad procariótica que albergan. Esta fue comparada con la composición de la comunidad procariótica de las aguas circundantes. Los datos obtenidos fueron empleados para estudiar la diferencia entre la composición de la comunidad bacteriana asociada a copépodos y la comunidad bacteriana recolectada en el océano abierto. La muestras de copépodos y de bacterias fueron recolectadas en el mismo lugar en dos capas límite marinas a 750 m y 100 m de profundidad. Los resultados mostraron diferencias significativas entre las comunidades bacterianas asociadas a las especies predominantes de copépodos y las comunidades presentes en las aguas circundantes. Las clases Bacili y Actinobacteria predominaban en la comunidad bacteriana asociada a los copépodos, mientras que las clases Alphaproteobacteria, Deltaproteobacteria y Synechoccoccus predominaban en la comunidad bacteriana de vida libre. Sin embargo, la presencia de secuencias compartidas de ADN bacteriano conocidas como unidades taxonómicas operacionales entre estos dos hábitats diferentes apuntan a un intercambio de bacterias entre el agua del mar y los copépodos. Estos resultados apoyan la hipótesis de que tanto el interior como el exterior de la superficie de los copépodos proporciona un nicho ecológico específico. Este nicho constituye una fuerte presión selectiva que favorece a las bacterias. En conjunto, el proyecto ROMEO ha proporcionado un conocimiento de gran valor acerca de la interacción entre el zooplancton, el principal recurso trófico de los peces del Atlántico Norte, y los procariotas, principales responsables del funcionamiento de los ciclos biogeoquímicos en los océanos. Por tanto, los resultados del proyecto mejoran nuestra comprensión sobre cómo diferentes grupos de organismos desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos.
Palabras clave
Océano, bacterias, copépodos, crustáceos del zooplancton, procariotas