En busca de un biosensor para patógenos alimentarios
Los virus, las bacterias y los hongos presentes en la comida son responsables de enfermedades, fallecimientos y graves perjuicios económicos. Las nuevas herramientas de biología molecular permiten identificar de forma rápida y sencilla estos agentes patológicos en los alimentos. El proyecto «Rapid and reliable detection of foodborne pathogens by employing multiplexing biosensor technology» (PATHFINDER), financiado con fondos de la Unión Europea, nació con el objetivo de diseñar un biosensor que pudiera detectar al mismo tiempo todo un abanico de bacterias que causan enfermedades. PATHFINDER produjo y acumuló una serie de moléculas capaces de unirse a bacterias que provocan intoxicaciones alimentarias. El proyecto fabricó anticuerpos contra Listeria monocytogenes, generó un anticuerpo contra Campylobacter jejuni y Campylobacter coli y, por último, filtró bancos de moléculas hasta encontrar una concreta que pudiera unirse a Salmonella. Otro aspecto en el que se centró el proyecto fue la prueba de distintos métodos con biosensores. Los biosensores con resonancia de plasmones superficiales tienen más sensibilidad que los métodos tradicionales de detección en laboratorio, pero no lograron detectar C. jejuni durante la prueba realizada. Un sensor distinto llamado MAGPIX ofreció resultados más satisfactorios, y PATHFINDER elaboró un protocolo para detectar L. monocytogenes, C. jejuni y Salmonella sp. de forma simultánea. El protocolo del biosensor MAGPIX se someterá a prueba con muestras de alimentos comerciales en la siguiente fase del proyecto. PATHFINDER ha subido el listón en lo que se refiere a la detección de patógenos de origen alimentario al desarrollar nuevos mecanismos moleculares de enlace y métodos de detección innovadores.