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Un nuevo monitor de respiración marca el comienzo de la nueva generación de cuidados médicos omnipresentes

La sanidad omnipresente es un concepto cuya finalidad es aliviar unos servicios de salud sobrecargados aplicando estrategias de prevención basadas en datos clínicos. El aumento de la accesibilidad de los dispositivos de monitorización personal está contribuyendo a que ese propósito cobre vida.

Un grupo de investigadores han anunciado recientemente el desarrollo de una tecnología capaz de monitorizar la frecuencia respiratoria por medio de teléfonos móviles. El equipo, que publicó los resultados del estudio en la revista Biomedical Optics Express, relata cómo desarrolló un software nuevo para usarlo junto con una cámara térmica de coste económico. Distintas frecuencias respiratorias se probaron en situaciones reales simuladas que abarcaron una serie de movimientos y cambios de temperatura y el dispositivo mostró un buen desempeño. Cámaras térmicas de bajo coste y un algoritmo revolucionario Diseñar el nuevo dispositivo de modo que sea compatible con teléfonos móviles aumenta su potencial de difusión y la probabilidad de que los usuarios lo usen. Tal y como explica la responsable del equipo del proyecto, la profesora Nadia Bianchi-Berthouze, del University College de Londres: «Mediante el uso de cámaras térmicas de bajo coste, nuestro trabajo supone un primer paso hacia nuestro objetivo de introducir la imagenología térmica en la vida cotidiana de las personas. Esta técnica puede utilizarse en lugares donde otros sensores podrían no funcionar o plantear problemas». Por ejemplo, los investigadores señalan que las cámaras térmicas pueden detectar la respiración tanto durante el día como por la noche, sin la necesidad de sensores especiales. Además, las imágenes térmicas, a diferencia de las cámaras convencionales, protegen en gran medida la identidad de las personas. El método de la profesora Bianchi-Berthouze, consistente en investigar la postura y el movimiento del cuerpo para reconocer, modular y medir los estados afectivos del ser humano, también se desarrolló en el marco del proyecto UBIHEALTH, financiado con fondos europeos. UBIHEALTH reunió a investigadores de Europa y terceros países con el propósito de estimular la colaboración y soluciones novedosas para retos sanitarios que están sobrecargando cada vez más los sistemas de salud. Este enfoque sanitario omnipresente marca un giro del tratamiento a la prevención, que requiere menos recursos y es especialmente aplicable tanto a las necesidades de una población envejecida como al aumento de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como las afecciones cardiovasculares. Superar los retos Las longitudes de onda infrarrojas permiten a las cámaras térmicas detectar la temperatura y se utilizan desde hace mucho tiempo en dispositivos de monitorización. Más recientemente, su tamaño y coste se han reducido de manera considerable: ahora se encuentran disponibles para un uso personal y son más transportables. «Sin embargo, hemos observado que, en situaciones reales, este tipo de imágenes térmicas móviles se ven afectadas por los cambios en la temperatura del aire y el movimiento del cuerpo», reflexiona el investigador del proyecto y autor principal, Youngjun Cho. Para solventar este contratiempo, el equipo desarrolló algoritmos que realizan un seguimiento preciso de las fosas nasales durante el movimiento y pueden compensar los cambios de temperatura. Los investigadores también aumentaron la precisión de las lecturas de temperatura mediante el uso de métodos en 3D, en lugar de tecnología 2D. Constataron que, tanto en las pruebas de laboratorio como en los ejercicios de marcha en interior y exterior, el dispositivo rendía por encima de las alternativas comparables y ahora están trabajando para adaptar el software con el fin de monitorizar la frecuencia respiratoria en tiempo real. Más vale prevenir que curar Existe actualmente toda una serie de cuadros de salud probables en los que se podría aplicar el dispositivo. Por ejemplo, podría controlar problemas respiratorios en población de edad avanzada, sobre todo en personas que viven solas, o en bebés en riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Aparte de estas aplicaciones, la cámara podría integrarse en ordenadores para detectar irregularidades de la respiración asociadas al estrés y, a continuación, responder con instrucciones de relajación. De cara al futuro, la profesora Bianchi-Berthouze afirma que «a medida que el tamaño y el coste de las cámaras térmicas continúen descendiendo, confiamos en que algún día los teléfonos, los ordenadores y los dispositivos de realidad aumentada incorporen cámaras térmicas que se puedan usar en aplicaciones diversas». Cuando se combinen con dispositivos de monitorización complementarios, como los de frecuencia cardíaca, el rango de aplicaciones posibles podría realmente anunciar la era de lo que se ha denominado «sanidad omnipresente». Para más información, consulte: Página web del proyecto en CORDIS

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Italia

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