Un nuevo hito en un proyecto de perforación geotérmica profunda
Los resultados y lecciones que se han obtenido gracias al proceso de perforación, que se prolongó durante 168 días, acaban de ser publicados por el proyecto financiado con fondos europeos DEEPEGS (Deployment of Deep Enhanced Geothermal Systems for Sustainable Energy Business), cuyo pozo cuenta ya con el entubado más profundo de Islandia. El trabajo se realizó en dos etapas; la primera, para ahondar un pozo ya existente de 2 500 metros hasta los 3 000 metros, y después para profundizar aún más, hasta llegar a 4 659 metros. A largo plazo, el objetivo del proyecto es utilizar pozos profundos para lograr una producción de energía muy eficiente, abriendo así dimensiones nuevas en el aprovechamiento de las fuentes de energía geotérmicas. DEEPEGS tenía que encontrar líquido supercrítico al fondo del pozo, ya que éste tiene un contenido energético muy superior al de los caudales geotérmicos convencionales de temperatura elevada, lo que supone una fuente de enegía más eficiente. Y en efecto, desde el proyecto se afirmó haberlo encontrado. Sortear obstáculos y acumular experiencia valiosa DEEPEGS informa que perforar un pozo a esta temperatura y profundidad plantea retos difíciles de solventar. La complejidad no hizo sino intensificarse a medida que ahondaron, y puesto que llegaron a una profundidad mayor que nadie antes, DEEPEGS recabó también información novedosa sobre las clases de problemas que surgen. Fue especialmente difícil extraer las columnas de tierra perforada; se necesitaron 13 intentos para sacar 27,3 metros, mientras que el último segmento que extraer se encontraba al fondo de una galería de unos 4 500 metros. Los métodos de perforación convencionales no eran viables, así que hubo que desarrollar medios nuevos para superar los escollos. Y todos se superaron, menos el último, la pérdida de circulación. El equipo del proyecto determinó que la pérdida completa de la circulación por debajo de los 3 060 metros no era asumible con los materiales de circulación perdidos ni sellando la zona de pérdida con cemento. En consecuencia, las columnas de tierra fueron las únicas muestras de rocas profundas que se recuperaron. Sin embargo, DEEPEGS finalmente consiguió cumplir los objetivos fijados en cuanto a perforar hondo, extraer columnas de tierra, medir las temperaturas, examinar la permeabilidad y dar con fluidos en estado supercrítico. ¿Y cómo de viable es esta fuente? En DEEPEGS opinan que el ámbito de uso posible no se conocerá hasta finales de 2018, cuando se haya realizado toda la investigación, incluyendo una simulación sustancial del pozo y pruebas de flujo. Pero los indicios preliminares son prometedores, aseguran. Al fondo del pozo ya se ha medido una temperatura de 427°C, y una presión del líquido de 340 bar. Además se extrajeron las columnas de tierra y las rocas parecen ser permeables a esa profundidad. Si con pozos profundos y supercríticos se consigue producir más energía que con los pozos geotérmicos convencionales, se necesitarán menos de estos, captándose la misma cantidad de energía pero con un menor impacto medioambiental. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto
Países
Islandia