Un sensor químico novedoso seis veces más rápido que los sistemas alternativos
«Estamos creando la nueva generación de sensores, compactos, de bajo coste, con un consumo de energía reducido, capaces de detectar en tiempo real y con una velocidad y sensibilidad inigualables», asegura con orgullo Sergio Nicoletti, coordinador del proyecto MIRPHAB. El nuevo sensor, que lee las frecuencias específicas que se generan al interactuar los líquidos o gases con la luz, podrían estar instalados próximamente en la entrada de aeropuertos para escanear a grandes grupos de personas y maletas en busca de materiales sospechosos antes de que accedan al edificio. Esta no es más que una de las muchas aplicaciones posibles que tiene en mente el equipo del proyecto. Entre otras cosas, el sensor mid-IT puede detectar enfermedades, buscar bacterias en frigoríficos, detectar la presencia de alcohol o incluso supervisar las emisiones de dióxido de carbono para contribuir a atenuar el cambio climático. José Pozo, director de tecnología e innovación en el Consorcio Europeo para la Industria Fotónica, afirma que este avance podría generar nuevas oportunidades de negocio y comerciales para pymes y grandes grupos industriales. La línea de sensores piloto prevista no solo permitirá reducir costes, consumo de energía y dimensiones; se prevé también que el aprovechamiento de una tecnología Si/III-V combinada abra las puertas a aplicaciones que no resultan posibles con las tecnologías y los componentes actuales. Un rendimiento inigualable El nuevo sensor incorpora la innovadora tecnología de fotones y utiliza la banda de longitud de onda MIR (3 + 12 μm) para alcanzar un mayor rendimiento. En este rango, denominado «región de huella dactilar», las sustancias químicas empleadas presentan características de absorción intensas que permiten una «detección inigualable de capacidades y una identificación certera». El dispositivo es capaz de detectar mil doscientas sustancias químicas por hora, una capacidad más de seis veces superior a la de los escáneres de portal convencionales, y presenta un tamaño increíblemente reducido. «Queremos comprimir la tecnología actual hasta el tamaño de un teléfono móvil», afirma Nicoletti. Para conseguirlo, el proceso de I+D cuenta con la experiencia de los socios del proyecto en el campo de la espectroscopia, la optoelectrónica MIR y los sistemas y aplicaciones de detección. Objetivo 2020 El proyecto MIRPHAB corre a cargo de un consorcio formado por dieciocho socios. Ha recibido fondos por valor de 13 millones de euros de la asociación público-privada (APP) de fotónica de la Comisión Europea, así como 2 millones de euros del Gobierno suizo. El equipo se ha propuesto crear una cadena de suministro para la fabricación de dispositivos de detección listos para usar en 2020. Es una de las tres líneas de fabricación piloto que cuenta con el respaldo de Horizonte 2020 para impulsar la competitividad de Europa en este sector. Las otras dos son PIX4LIFE, una plataforma de fotónica para aplicaciones sanitarias, y PI-SCALE, que se espera que acelere la adopción comercial de la tecnología OLED. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto
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Francia