Tecnologías sostenibles de aprovechamiento de CO2 para impulsar la industria europea
Dado que cada vez se hace un mayor hincapié en la necesidad de reducir las emisiones de carbono y de crear una economía realmente circular, el aprovechamiento del dióxido de carbono (CO2) ofrece a Europa la oportunidad de alcanzar ambos objetivos fundamentales. El aprovechamiento del CO2 es un concepto amplio que abarca una variedad de procesos industriales innovadores que emplean el CO2 procedente de fuentes cercanas —y, en el futuro, capturado directamente de la atmósfera— como materia prima para elaborar productos con valor añadido. Básicamente, consiste en tratar el CO2 como un recurso en lugar de como un residuo o una emisión. Nuevas oportunidades para el aprovechamiento del CO2 El principal propósito de SCOT (Smart CO2 Transformation) consistía en definir una agenda estratégica de investigación e innovación para Europa centrada en este dominio. Para alcanzar esta meta, el equipo responsable de la iniciativa sopesó las necesidades en materia de investigación e innovación relacionadas con la transformación química y biológica del CO2, cubriendo tres puntos principales: componentes químicos básicos —rutas hacia los aproximadamente dos millones de moléculas distintas producidas por la industria química—; combustibles sintéticos —para su uso en el ámbito de la aviación, por ejemplo—; y mineralización —crear materiales duros que puedan usarse en la construcción o como base para productos fertilizantes—. El proyecto también trabajó para elaborar un plan de acción conjunta (PAC) europeo que incluye medidas políticas de carácter estructural con las que favorecer la transición a una industria energética hipocarbónica y la utilización del CO2 como recurso. El consorcio defiende que el aprovechamiento del CO2 generará nuevas oportunidades de crecimiento económico, promoverá un mayor grado de innovación, aumentará el nivel de competitividad de Europa y favorecerá los esfuerzos de Europa en materia de descarbonización y eficiencia de los recursos. La visión general del proyecto es que, para el año 2030, las tecnologías destinadas al aprovechamiento del CO2 propiciarán la fabricación de una amplia variedad de productos y soluciones para la industria. De esta forma, existe un vasto mercado potencial para los productos derivados de la reutilización de CO2 aunque, durante el evento, se reconoció que probablemente siempre resultará más barato generar una molécula determinada a partir de combustibles fósiles que de forma sintética. Escollos políticos Buena parte del congreso se dedicó a debatir el modo de crear un marco político adecuado para facilitar los esfuerzos dedicados al aprovechamiento del CO2. Una de las regiones que han apoyado decididamente ésta y otras iniciativas ecológicas es Valonia, en Bélgica. Por eso uno de los ponentes clave del congreso fue Jean-Claude Marcourt, vicepresidente del gobierno valón. El Sr. Marcourt expresó su opinión de que el trabajo realizado por el proyecto SCOT favorecería la creación de empleo, al sector de la construcción y la gestión del suministro energético a la vez que contribuiría a la consecución de diversos objetivos medioambientales. También destacó que la labor coordinada y colaborativa efectuada al auspicio de SCOT ha puesto de relieve los beneficios derivados de la cooperación regional en Europa, así como el compromiso sin reservas de Valonia en lo concerniente a desarrollar la economía ecológica en el siglo XXI, en la que las tecnologías consagradas al aprovechamiento del CO2 desempeñarán un papel fundamental. Rudolf W. Strohmeier, director general adjunto a cargo de los programas de investigación de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, planteó los retos de orden político y normativo que deben superarse para que resulte factible la integración de estas tecnologías en el sector industrial europeo. El Sr. Strohmeier admitió que las tecnologías de captura de carbono siguen siendo muy costosas, hecho que dificulta su comercialización en Europa y que se materializa en que los modelos de negocio relativos a estas tecnologías no resulten realmente eficaces. Sin embargo, señaló que servirse de la energía ecológica para transformar el CO2 en polímeros podría facilitar el desarrollo de nuevos modelos de negocio y que emplear el CO2 como materia prima para elaborar productos químicos supondría un gran paso hacia la creación de una auténtica economía circular. Además, el Sr. Strohmeier subrayó la importancia de generar un marco normativo propicio para que las iniciativas dedicadas al aprovechamiento del CO2 fructifiquen y tengan un impacto real en lo que atañe a los objetivos industriales y medioambientales de la Unión Europea. Asimismo afirmó que, para crear un marco semejante, el sector industrial debe presentar a la Comisión Europea ejemplos concretos de casos en los que las normativas vigentes obstaculicen este mercado. Esto daría a la Comisión argumentos sólidos para impulsar las tecnologías de aprovechamiento del CO2. La investigación realizada por el proyecto SCOT contribuirá sustancialmente a articular los argumentos a favor de implantar medidas —de índole técnica y política— que apuntalen el desarrollo de esta clase de tecnologías. El consorcio ya ha conseguido establecer una red de instituciones que apoyan este propósito, incluyendo agrupaciones universitarias, centros de investigación, representantes del sector industrial y diferentes regiones de Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Bélgica. Para más información, consulte: Página web del proyecto
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