Herramientas de gestión de crisis en línea para documentar, aconsejar y preparar a las comunidades locales
Los responsables del proyecto presentaron en el congreso de clausura (celebrado el 15 de marzo de 2016 en Bruselas) sus estrategias, prácticas y adaptables, con las que lograr que las poblaciones resistan a crisis o catástrofes. Su atención se depositó en varias partes interesadas que, por razones geográficas, políticas o económicas, podrían enfrentarse a distintos tipos de crisis como corrimientos de tierras, incendios forestales, inundaciones, terremotos y catástrofes antropogénicas (fallos tecnológicos y actos terroristas). En concreto, se centraron tanto en los habitantes de estas zonas como en sus visitantes (turistas y residentes habituales) y abordaron temas fundamentales como las diferencias culturales y los obstáculos lingüísticos. De este modo crearon un marco que facilita la evaluación de la capacidad de la población para asumir y aprovechar distintas estrategias y tecnologías desarrolladas a escala europea. Comunicación eficaz para gestionar crisis En el desarrollo de este marco, POP-ALERT ha asumido que la comunicación eficaz es la clave de un Proceso de Gestión de Crisis efectivo. Cuando se produce una crisis, los flujos de comunicación entre distintas partes permiten que la reacción sea rápida y eficaz. En los sistemas actuales, las autoridades y los servicios de intervención inmediata se informan de la situación mediante tecnologías de vigilancia y también a través de llamadas de residentes a los servicios de emergencia. No obstante, en el proyecto también se han dedicado a implantar un método ascendente que pasa por convertir a las poblaciones destinatarias en una pieza clave del proyecto. La eficacia de las autoridades locales y nacionales y la de los servicios de emergencias depende del grado de preparación con el que cuenta la población afectada de manera directa por la emergencia, y de hecho, tanto las autoridades como los servicios de intervención inmediata deben formar e informar a la población. Para informar mejor a las poblaciones locales sobre la reacción más adecuada ante un incidente, en el proyecto se elaboraron fichas informativas adaptadas para que cada ciudadano las imprima y las conserve a mano en su hogar como medida preventiva. Estas fichas abarcan una amplia gama de peligros, como catástrofes naturales, fenómenos climatológicos extremos y acciones terroristas. El proyecto también ofrece consejos sobre la forma ideal de preparar un kit de emergencia y juegos clasificados por edades para enseñar a los niños cómo actuar durante un incidente. Panel de control de POP-ALERT y la simulación de Lisboa La herramienta más innovadora creada en el proyecto es el Panel de control de POP-ALERT para la alerta y la preparación de la población. Este panel de control en línea constituye el mecanismo central de un sistema unificado de alertas que ofrece a la población la información más relevante y actualizada en caso de sucesos graves. La idea es que, durante una situación de emergencia, el panel de control corra a cargo de la autoridad local responsable de la coordinación de la respuesta local. El panel de control se probó durante una simulación llevada a cabo en febrero de 2016 en Lisboa. Este escenario incluyó a ciento treinta participantes de toda la Unión Europea y simuló un terremoto en la capital de Portugal que convirtiese en ruinas muchos de sus monumentos y edificios más antiguos. Se optó por Lisboa por la elevada densidad poblacional de su centro histórico y también por los diez millones de turistas que visitan la ciudad cada año y que en su mayoría no hablan portugués. Esto implica que la simulación hubo de tener en cuenta la necesidad de comunicar consejos e instrucciones tanto a la población como a los miles de turistas inmersos en la situación de emergencia planteada. El panel de control incluye un mapa interactivo de la zona afectada por la crisis que se actualiza periódicamente y en el que se muestra información de todas las autoridades locales, como la policía, los bomberos y protección civil. En el panel también se recopilan y publican actualizaciones y consejos oficiales distribuidos por redes sociales y cuenta con una pestaña en la que aparece información actualizada constantemente. Si bien la simulación de Lisboa fue todo un éxito, la coordinadora técnica del proyecto, Hara Caracostas, admitió durante el congreso que el principal inconveniente de la estrategia adoptada en POP-ALERT es que se basa casi por completo en herramientas de Internet y que plantea el problema de traducir de forma rápida y simultánea indicaciones vitales y oficiales a varias lenguas en caso necesario. Próximos pasos La Sra. Caracostas incidió en que, si bien los programas de respuesta ante emergencias son una competencia nacional, el equipo de POP-ALERT confía en que sus herramientas y materiales se difundan entre los Estados miembros de la UE para así instituir un marco que ayude a las autoridades nacionales a sincronizar sus recursos en caso de incidentes. Desde el punto de vista práctico, el equipo del proyecto ofrecerá una serie de recomendaciones a la Comisión Europea con la esperanza de que desarrolle en mayor medida la plataforma de POP-ALERT y se aproveche en toda su medida a escala europea. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto POP-ALERT
Países
Reino Unido