Philae remite «imágenes sin precedentes» antes de entrar en hibernación
El miércoles pasado, la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) depositó de forma controlada su sonda Philae sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La ESA señala que las probabilidades de que el aterrizaje se lograra con éxito estaban en su contra: Philae rebotó dos veces después de su primer contacto físico con el cometa y acabó situada en la sombra de una ladera por la tarde de ese día. Desde su aterrizaje, Philae ha completado su misión científica principal al mandar todos los datos de mantenimiento y científicos de los instrumentos ROLIS, COSAC, Ptolemy, SD2 y CONSERT. Además, Philae fue elevada unos 4 cm y girada unos 35 en un intento de que recibiera más iluminación solar en sus paneles fotovoltaicos. Pero después de que los últimos datos científicos fueran enviados a Tierra, las baterías de Philae se consumieron con rapidez y Rosetta perdió contacto con Philae en la madrugada del sábado. La sonda se encuentra en un punto de sombra, por lo que no puede captar energía solar para recargar su batería. De ahora en adelante no será posible ningún contacto, a menos que llegue a los paneles solares luz suficiente como para despertar a Philae. Pero antes de hibernar, la sonda envió imágenes espectaculares de sus alrededores. Según la ESA: «Las imágenes obtenidas durante el descenso revelan que la superficie del cometa está cubierta de polvo y restos de tamaños que van del milímetro a metros; las imágenes panorámicas muestran, en cambio, capas de un material más duro. Los científicos estudian ahora si en las muestras obtenidas por el perforador de Philae hay parte de este material». Pese a encontrarse en hibernación, el equipo de la ESA confía en recibir mucha más información de este módulo de aterrizaje pionero. Stephan Ulamec, jefe de misión de Philae en el Centro Aeroespacial Alemán DLR, declaró: «Aún existe la posibilidad de que en una etapa posterior de la misión, quizás cuando estemos más cerca del Sol y haya más luz, podamos despertar de nuevo la sonda y reestablecer la comunicación». Rosetta se lanzó el 2 de marzo de 2004 y recorrió 6 400 millones de kilómetros, atravesando el Sistema Solar, hasta llegar al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko el 6 de agosto de 2014, convirtiéndose así en la primera nave espacial en encontrarse con un cometa. Ahora es también la primera en depositar una sonda sobre la superficie de un cometa. Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, declaró: «El éxito de hoy se asienta en décadas de preparación, que garantizan que Rosetta seguirá siendo un actor definitivo en la ciencia de exploración de cometas y espacial». Aunque se prevé que Philae permanezca en hibernación a corto plazo, la nave Rosetta se mantendrá muy activa. En los próximos meses volará siguiendo órbitas más alejadas y «desvinculadas» y también realizará una serie de pasadas audaces en las cercanías del cometa, algunas a tan solo 8 km de su centro. La ESA informa que los datos recabados por el orbitador permitirán observar los cambios a corto y largo plazo que tengan lugar en el cometa, lo que ayudará a despejar algunas de las incógnitas de mayor importancia y relevancia en relación con la historia de nuestro Sistema Solar. Para más información, consulte: http://www.esa.int/Our_Activities/Space_Science/Rosetta
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Alemania